Hoy
no he cocinado yo, ha sido mi madre. Como sabéis ella es mi profe, muchas de
las recetas de este blog son de su cosecha.
Los níscalos
los recogieron mis padres este fin de semana en Segovia y el domingo nos los
preparo como tapita. Están hechos de una manera sencilla, con pocos
ingredientes para destacar el sabor del níscalo, si os apetece podéis añadir
unas patatas o garbanzos cocidos y darle un hervor un
par de minutos, con lo que tenéis un primer plato de cuchara muy rico.
Por
cierto preparar bien de pan para mojar en la salsita que esta de muerte.
Espero
que os guste.
Ingredientes
400
gr de níscalos
4
cucharadas de aceite de oliva
3
dientes de ajo pelados
Medio
vaso de vino blanco
El zumo
de medio limón
Sal
1
guindilla
Preparación
Lavamos bien los níscalos, quitándoles
la tierra y verdina que puedan tener. Los troceamos y los ponemos en un
escurridor.
En un wok o sartén honda, calentamos
el aceite y añadimos los ajos y la guindilla. Freímos bien para que el aceite
se empape sabor.
Agregamos los níscalos y cocinamos
durante 5 minutos. Pasado este tiempo añadimos la sal, el vino y el zumo de
limón.
Guisamos a fuego medio hasta que los níscalos
estén tiernitos.
Volcamos en una fuente y servimos
calentitos.
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