Yo
no he estado nunca en New York (espero ir algún día), pero en pelis y series
estoy harta de ver los famosos bagels para desayunar y para almorzar como si
fuera un bocadillo con su queso crema y salmón ahumado, mantequilla y
mermelada, etc.
Hasta
que llegue el momento de viajar y poderme comer uno me conformo con prepararlos
en casa y ya de paso tengo pan para los bocatas de los niños toda la semana.
Los
bagels son un pan típico judío que se elabora como si fuera un donut, pero que
tiene la peculiaridad que se escaldan antes de hornear lo que le hace que tenga
una miga compacta y elástica.
Una
vez horneados se conservan perfectamente en una bolsa de plástico durante una
semana y también se pueden congelar perfectamente.
Espero
que os guste.
Ingredientes
500
gr de harina de fuerza
1
cucharadita y media de sal
1
sobre levadura de panadero
250
ml agua templada
1
cucharada de aceite de oliva
2
huevos medianos (uno para la masa y otro para pintar)
Semillas
de sésamo
Preparación:
En el bol de la amasadora
mezclamos la harina, la sal y la levadura.
En otro cuenco mezclamos el
agua, el huevo y el aceite, lo añadimos a la harina y amasamos con el accesorio
gancho durante unos 5 minutos.
Dividimos la masa en 12
porciones y hacemos 12 bolitas que dejamos reposar durante 40 min hasta que
doblen su tamaño.
Con la parte de atrás hacemos
un agujero y con las manos lo hacemos un poco más grande para que no se cierren
al crecer.
Los volvemos dejar reposar
otros 30 minutos.
Y ahora viene lo bueno,
pre calentamos el horno a 200º y ponemos agua a calentar pero que no llegue a
hervir en una cacerola grande.
Sumergimos nuestros bagels y
escaldamos como 1 minuto por cada lado. Los retiramos con ayuda de una
espumadera y los colocamos en una rejilla para que escurran. A continuación los
pasamos a la bandeja del horno lo pintamos con huevo batido y espolvoreamos con
las semillas de sésamo.
Horneamos durante 15 minutos
dejamos enfriar y listo para tomar.
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